DSC02831Por Jorge Santa Cruz (*)

En la conferencia de prensa matutina de este jueves 9 de mayo, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, declaró que «hace falta definir un nuevo proyecto para los pueblos, para las naciones del mundo. No aceptar el predominio de un solo proyecto y mucho menos si en los hechos ha demostrado su incapacidad para resolver los grandes y graves problemas nacionales».

En respuesta al político y periodista peruano Ricardo Belmont, López Obrador argumentó que no se puede seguir con un proyecto fracasado, que no funcionó, como sucedió con el neoliberal.

Por eso tenemos la obligación de elaborar, como se dice pomposamente, un nuevo paradigma, que no es más que presentar un proyecto nuevo que recoja los sentimientos de nuestro pueblo y que no olvide la historia, que es la gran maestra de la vida.

AMLO. 9 de mayo de 2019. (Gobierno de México)
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en un momento de su conferencia de prensa matutina, el jueves 9 de mayo de 2019. (Foto: Gobierno de México)

 

¿En que consiste el nuevo proyecto, el nuevo paradigma que propone el presidente de México? Él mismo responde:

… el nuevo proyecto pasa por desterrar la corrupción, por acabar con la impunidad, porque exista un verdadero Estado de derecho, no de chueco, no de cohecho; pasa también por la justicia, por la igualdad. Tiene que ver en lo internacional con el apego a los principios de no intervención, de autodeterminación de los pueblos, de solución pacífica a las controversias, de cooperación para el desarrollo, cooperación entre los pueblos, entre las naciones, entre los gobiernos. Eso es lo que estamos acreditando…

La gran contradicción

Contrario a lo anterior, Andrés Manuel López Obrador se pronunció a favor de un gobierno mundial el 31 de diciembre de 2016, durante la recepción que hizo al dirigente del Partido Laborista del Reino Unido, Jeremy Corbyn, en Villahermosa, capital del estado mexicano de Tabasco.

En un mensaje subido a su cuenta de Facebook, López Obrador escribió entonces:

Sostuvimos un encuentro amistoso con Jeremy Corbyn, dirigente del Partido Laborista del Reino Unido, en la ciudad de Villahermosa, Tabasco. Hablamos ampliamente sobre el hermoso sueño de hacer realidad un gobierno mundial basado en la justicia y la fraternidad.

 

AMLO. Corbin. Gobierno mundial.jpg
Fuente: Facebook

Resulta evidente la contradicción. Este jueves 9 de mayo, el presidente mexicano dijo que «hace falta definir un nuevo proyecto para los pueblos, para las naciones del mundo. No aceptar el predominio de un solo proyecto y mucho menos si en los hechos ha demostrado su incapacidad para resolver los grandes y graves problemas nacionales».

Pero el «hermoso sueño de hacer realidad un gobierno mundial basado en la justicia y la fraternidad» (lenguaje eminentemente masónico) constituiría «el predominio de un solo proyecto». ¿Entonces?

Lo que está haciendo en realidad el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (en el poder desde el 1 de diciembre de 2018) es colaborar a la consolidación de ese gobierno mundial diseñado por las élites políticas y coordinado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Para probarlo, daremos sólo cuatro argumentos porque los considerados suficientes:

  1. Permitir a la ONU la supervisión de las operaciones de la nueva Guardia Nacional.
  2. Subordinar la política migratoria mexicana al «Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular», impuesto por la ONU.
  3. Someter la política demográfica de México a los dictados del Fondo de Población de las Naciones (que obliga a los países a regular el crecimiento demográfico mediante la planificación familiar, la anticoncepción, los preservativos, el aborto, las pastillas abortivas y la ideología de género).
  4. Consensuar con la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Delito de la ONU la estrategia para operar la próxima despenalización del consumo de drogas en México.

En conclusión: López Obrador, a su manera, también trabaja para entregar a México al gobierno mundial. Los neoliberales hicieron su parte; ahora toca al nuevo gobierno hacer la suya. (Parece que le hubieran dicho: «Está bien, serás presidente de México. Harás algunas cosas positivas, pero las de fondo las impondremos nosotros. Tú, darás la cara. Tendrás popularidad. Del trabajo sucio, no te preocupes. Lo harán Olga Sánchez Cordero (secretaria de Gobernación), Alejandro Encinas (subsecretario de Gobernación), Marcelo Ebrard (secretario de Relaciones Exteriores), Ricardo Monreal (coordinador de los senadores de Morena, el partido de López Obrador), Mario Delgado (coordinador de la bancada morenista en la Cámara de Diputados) y hasta Paco Ignacio Taibo II (español republicano, director del Fondo de Cultura Económica, que es la editorial del gobierno mexicano)».

(*) jlsc.ua@gmail.com