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Por Jorge Santa Cruz

Foto ilustrativa: Pixabay

La pandemia del virus Covid-19 (o coronavirus) es utilizada por las élites globales para ocultar la grave crisis que está a punto de colapsar al mundo.

El 21 de mayo de 2019, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reconoció —en el documento titulado «Perspectivas económicas de la OCDE»— que el crecimiento económico había sufrido una drástica disminución a finales de 2018. (1)

La economista en jefe de la OCDE, Laurence Boon culpó a las tensiones comerciales de desestabilizar a la «frágil economía mundial». (2)

En ese momento, la guerra comercial entre Estados Unidos y China estaba en una etapa difícil y el Reino Unido continuaba con el proceso que finalmente lo separó de la Unión Europea.

Lo cierto es que hay mucho más de fondo, como veremos a continuación.

Las causas remotas de la actual crisis financiera

Las causas de la crisis, a pesar de lo externado por la OCDE, van más allá de finales de 2018. Unas son geopolíticas y las otras, geoeconómicas. Comencemos con éstas.

La actual coyuntura no se puede explicar sin tomar en consideración a la ocurrió hace casi doce años en Estados Unidos, debido a la especulación inmobiliaria. Esta crisis llevó al Producto Interno Bruto Mundial a una caída de (-)1.9% en el 2009.

Otro síntoma de que las cosas andaban mal se manifestó en Europa, entre 2010 y 2012, con la llamada crisis de la deuda soberana.

Para no cansar a nuestros lectores, diremos —simplemente— que la descomposición del modelo unipolar (manifestada en la guerra petrolera, la irresponsabilidad crediticia y la especulación bursátil) tiene al mundo al borde del abismo y, para ocultarlo, se valen del terror psicológico diseñado a partir del coronavirus.

Los estertores del modelo unipolar

Existen algunas élites occidentales que se resisten a perder el control sobre China y sobre Rusia. Hablamos, concretamente, de la banca Rothschild y de su aliado, el especulador, George Soros. Otras, en cambio, con el ex secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger al frente, son favorables al modelo tripolar encabezado por Estados Unidos, Rusia y China.

Los petroleros texanos, por su parte, tratan de capitalizar el pleito que se traen Rusia y la Organización de Países Exportadores de Petróleo, la OPEP. Arabia Saudita agudizó la caída de los precios del hidrocarburo en su intento por doblegar a Rusia. (Arabia Saudita es aliada del establishment estadounidense).

Las élites occidentales han acumulado un fantástico poder político, económico, financiero, militar, industrial y mediático gracias al sometimiento de las naciones. Se han valido de las guerras y del terrorismo, de la usura y la especulación. Su estrategia se ha aprovechado del control de la opinión pública mediante la presencia casi irresistible de sus medios de comunicación.

Ellos son los culpables del peligroso nivel de especulación y endeudamiento que vive el mundo. En este esquema, las tasas de interés ofrecidas por los bancos centrales —controlados por ellas— resultan fundamentales.

Los grandes inversionistas meten sus dineros a las bolsas de valores porque éstas les ofrecen mayores ganancias que las que dan los bancos al común de los mortales.

Los dineros en bolsa raramente van a los procesos productivos. Son manejados —literalmente— por robots financieros carentes de cualquier interés humano legítimo. Los mercados bursátiles son viles casinos donde se adora al nuevo baal.

Alfredo Zaiat lo explicó así, este 17 de marzo, en la página en español de la agencia rusa Sputnik:

Hoy la inversión se ha automatizado. El inversor sigue entregando su dinero a una entidad para que sea colocado en acciones y bonos, pero en lugar de un corredor administrando esa cartera, ese capital queda en manos de un algoritmo.

La informatización de los mercados implica que estos dependen de programas informáticos, que reaccionan dando órdenes de compras o ventas masivas de activos según una serie de variables predeterminadas>>. (3)

Pero, ¿cómo operan esos robots? Devolvemos la palabra a Zaiat:

La brutal caída de Wall Street y del resto de las bolsas mundiales se debió, precisamente, a la ausencia de humanos en el proceso: una maquina «vende» cuando se produce un acontecimiento inesperado. Y lo hace a una velocidad tal que el mercado se hunde antes de que los reguladores o los gobiernos puedan intervenir para frenar el pánico.

Un «robot» financiero, o sea un algoritmo ordenado en un programa informático, puede realizar millones de operaciones de compraventa en apenas segundos. No hay intervención humana en esas decisiones.

Las carteras de inversión se confeccionan analizando varios parámetros bursátiles, perfil de riesgo del inversor e indicadores macroeconómicos. (4)

Zaiat concluye que «Este no es un crac más en la historia de los derrumbes de las bolsas. El coronavirus está dejando expuesto el riesgo y poder devastador del negocio bursátil automatizado». (5)

A Wall Street no le conviene que la inteligencia artificial bursátil se le salga de control. A Rothschild y a Soros, en cambio, les benefician los cracs bursátiles porque sube de precio el oro, sobre el cuan tienen predominio.

La deuda mundial, otra bomba de tiempo

Es sabido que las élites mundiales tienen a los organismos financieros multilaterales como sus operadores.

Los Rothschild manejan a placer el Fondo Monetario Internacional (FMI). Kissinger y sus aliados (Rockefeller, Pierpont, Morgan, etc.), rigen el Banco Mundial.

Dicho lo anterior, diremos que la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, lanzó un «misil» el 17 de noviembre de 2019, cuando dijo que la economía mundial había alcanzado un endeudamiento récord de 188 billones de dólares, cifra superior en 14.6% a lo que el organismo había previsto en abril de ese año, es decir, 164 billones de dólares. (6)

Según Georgieva, ese nivel de endeudamiento equivale al 230% del producto interno bruto mundial. Dicho de otra manera: el mundo debe mas de dos veces lo que produce en un año. (7)

Luego de dar los anteriores datos, la directora gerente del FMI lanzó una dura advertencia:

La conclusión es que las altas cargas de la deuda han dejado a muchos gobiernos, empresas y hogares vulnerables a un endurecimiento repentino de las condiciones financieras. (8)

Pero el asunto de la deuda no acaba ahí. El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés) señaló el 13 de enero de 2020 que la deuda mundial podría subir en los próximos meses a niveles históricos, por encima de los 257 billones de dólares. (9)

La nota publicada por Expansión señala:

La cifra asciende a alrededor de 32,500 dólares por cada una de las 7,700 millones de personas en el planeta y más de 3.2 veces la producción económica anual del mundo, pero las asombrosas cifras no paran ahí.

La deuda total de los hogares, gobiernos, sectores corporativos financieros y no financieros avanzó 9 billones de dólares sólo en los tres primeros trimestre de 2019.

En los mercados maduros la deuda total ahora supera los 180 billones de dólares o un 383% del PIB combinado de estos países, mientras que en los mercados emergentes es el doble de lo que era en 2010 a 72 billones de dólares, generado principalmente por un alza de 20 billones de dólares en pasivos de empresas.

«Estimulados por las bajas tasas de interés y condiciones financieras laxas, estimamos que la deuda total global superará 257 billones de dólares en el primer trimestre de 2020», dijo IIF, agregando que la deuda del sector no financiero se aproximaba a 200 billones de dólares.

Sólo la deuda gubernamental superará los 70 billones de dólares. (10)

Se trata de una deuda impagable que, de por sí, ha sido un sucio negocio, pues los prestamistas se la han cobrado varias veces con los intereses. Pero, como la voracidad les distingue, irán por más:

  • Apretarán a los gobiernos y eso provocará despidos
  • Ahogarán a las empresas y se incrementará el desempleo
  • Empobrecerán más a la inmensa mayoría de los hogares

Los escenarios previsibles a mediano plazo

El Fondo Monetario Internacional anunció el 4 de marzo pasado que tiene listos 50 mil millones de dólares para enfrentar la emergencia del coronavirus. (11)

El Banco Mundial, por su parte, dijo el 17 de marzo, que desembolsará 14 mil millones de dólares para «ayudar a sostener las economías y proteger el empleo». (12)

Obviamente, detrás de tanta «generosisdad» habrá exigencias. ¿Cuáles pueden ser? Veamos…

Aquel 21 de mayo de 2019, la OCDE propuso una serie de acciones para recuperar el crecimiento mundial, que resumimos a continuación:

  • Retomar la cooperación internacional y el diálogo multilateral.
  • Apoyar las reformas estructurales (es decir, las privatizaciones) con inversión pública en los países europeos con bajo nivel de endeudamiento.
  • Centrar los esfuerzos internacionales en las redes digitales, el transporte de energía, la educación, la formación y las reformas de competencia. (13)

Una manera de forzar la cooperación internacional y el diálogo multilateral en el sentido que quieren las élites globales es mediante la aplicación del terrorismo psicológico basado en el Covid-19. A la larga —según sus cálculos— esto derivará en que las trasnacionales de la investigación médica y de la distribución de medicamentos controlen a la población mundial. Lo del Covid-19 es, pues, un ensayo.

Una muestra de que aún conservan mucho poder son los controles sanitarios, militares y policiacos que han impuesto lo mismo en Europa que en Estados Unidos. Donde no han podido hacer mucho es en China (donde surgió el Covid-19) y en Rusia. China acusa a EE UU de haberle inoculado el virus en la ciudad de Wuhan. En Washington dicen que fueron los chinos. Lo más probable es que el coronavirus sea un arma biológica.

Una pregunta crucial

¿Por qué quiere la OCDE que se concentren los esfuerzos internacionales en las redes digitales, el transporte de energía, la educación, la formación y las reformas de competencia? Porque en estos rubros, Rusia y China han tomado delantera.

Se viene una lucha a muerte por la supremacía digital.  Quien logre imponerse en materia de inteligencia artificial tendrá el control del mundo, como lo ha esbozado el presidente ruso, Vladimir Putin.

China, en este momento, aventaja a Silicon Valley en el desarrollo de la inteligencia artificial. Putin quiere digitalizar la economía rusa, reduciendo al mínimo la influencia de los Rothschild, Soros, Rockefeller, Morgan, etc.

La OCDE menciona también al sector energético y, concretamente, al del transporte de energía. Rusia y China dependen cada vez menos de Occidente y controlan, cada vez más, el «sistema circulatorio (energético) de Occidente». El gasoducto ruso NordStream 2 tiene sin juicio a las petroleras occidentales que están en manos de plutócratas.

Pero hay más: Rusia ha anunciado armas a las que ha calificado de «invencibles».

El analista mexicano Alfredo Jalife-Rahme publicó este 18 de marzo un interesante análisis en La Jornada en el califica a la del coronavirus como una guerra sanitaria:

Resulta y resalta que entramos a una nueva era planetaria donde se han conjugado varios factores adversos ampliamente conocidos y que han llevado a una fractura en la toma de decisiones dependiendo de las regiones y los países lo cual (en)marca el fortalecimiento de una imparable resurrección del nacionalismo en sus diferentes variantes u subtipos. (14)

Por eso, la OCDE llama a retomar la cooperación internacional y el diálogo multilateral, o sea, a mantener el actual modelo neoliberal pannacional que es enemigo del «nacionalismo en sus diferentes variantes y subtipos», como lo señala Jalife.

Por eso, también, las muestras de poderío biológico, de control de millones de personas, de paralización de naciones enteras. Los mensajes tienen dos destinatarios: uno en Moscú y el otro en Pekín. En tanto, millones de seres humanos quedamos como simples conejillos de indias.

Referencias electrónicas

1. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. «Perspectivas económicas de la OCDE». (Publicado el 21 de mayo de 2019). Consultado en https://www.oecd.org/centrodemexico/medios/laocdeadviertequelaeconomiamundialmantendrasudebilidadamedidaqueelcomerciomoderadoreduceelcrecimiento.htm
2. Íbid.
3. Alfredo Zaiat. «Historia de los cracs bursátiles: la inteligencia artificial y el coronavirus potencian la debacle actual». Sputnik. (Publicado el 17 de marzo de 2020). Consultado en https://mundo.sputniknews.com/firmas/202003171090813832-historia-de-los-cracs-bursatiles-la-inteligencia-artificial-y-el-coronavirus-potencian-la-debacle/
4. Íbid.
5. Íbid.
6. AFP. «Deuda mundial crece y alcanza récord; FMI alerta implicaciones». UNO TV. (Publicado el 7 de noviembre de 2019). Consultado en https://www.unotv.com/noticias/portal/negocios/detalle/deuda-mundial-crece-y-alcanza-record-fmi-alerta-implicaciones-656133/
7. Íbid.
8. Íbid.
9. Reuters. «Deuda mundial crece y alcanza récord; FMI alerta implicaciones». Expansión. (Publicado el 13 de enero de 2020). Consultado en https://expansion.mx/economia/2020/01/13/la-deuda-mundial-alcanzara-maximos-record-de-257-billones-de-dolares
10. Íbid.
11. Fondo Monetario Internacional. «El FMI ofrece USD 50.000 millones para hacer frente al coronavirus». (Publicado el 4 de marzo de 2020). Consultado en https://www.imf.org/es/News/Articles/2020/03/04/sp030420-imf-makes-available-50-billion-to-help-address-coronavirus
12. Banco Mundial. «La respuesta del Grupo Banco Mundial a la Covid-19 aumenta a USD 14 mil millones para ayudar a sostener las economías y proteger el empleo». (Publicado el 17 de marzo de 2020). Consultado en https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2020/03/17/world-bank-group-increases-covid-19-response-to-14-billion-to-help-sustain-economies-protect-jobs
13. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. «Perspectivas económicas de la OCDE». (Publicado el 21 de mayo de 2019). Consultado en https://www.oecd.org/centrodemexico/medios/laocdeadviertequelaeconomiamundialmantendrasudebilidadamedidaqueelcomerciomoderadoreduceelcrecimiento.htm

14. Alfredo Jalife-Rahme. «La “guerra sanitaria” de algunos países fortalece a los imparables nacionalismos». La Jornada. (Publicado el 18 de marzo de 2020). Consultado en https://www.jornada.com.mx/2020/03/18/opinion/018o1pol